Pasajeros
Hasta que no nos han relatado un hecho concreto no tomamos las debidas precauciones. Conviene, sin embargo, tomarlas antes.
Hay que evitar subir en el ascensor con un desconocido. Si es un delincuente, estamos a su merced La cabina de un ascensor es como una ratonera, no hay posibilidad ni de defenderse ni de salir.
Si al llegar al portal nos encontramos con un desconocido, aunque tenga buen aspecto, es preferible dar una disculpa y no subir con él.
Existen malhechores rápidos y listos, que al entrar en un portal y pasar frente a los buzones del correo se fijan en algún nombre que dan al portero si les pregunta y de este modo les deja subir.
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