lunes, 2 de noviembre de 2009

Porteros automáticos

Sin apertura automática a distancia, compuestos por:
— Intercomunicadores (microteléfonos o altavoces).
— Señalización acústica de la llamada.
— Central de llamada desde el exterior del portal con panel de pulsadores para llamar a cada vivienda, seña lización luminosa, señalización de cada vivienda y microaltavoz de comunicación.
— Fuente de alimentación, por tensión de red y por bate rías de emergencia, para cubrir fallos o cortes de tensión.
— Cableados y conductos.
Con apertura automática a distancia, sistema igual al anterior, pero con:
— Cerradura electrónica en la puerta (en una de ellas si hay varias) que consiste en un «cierre de uña» que se abre por medio de un sistema de campo electromagné tico que se crea al actuar desde la vivienda sobre un pulsador. Si se deja de pulsar se interrumpe el campo magnético y la puerta, empujada por un muelle de brazo articulado, se cerrará sola.
— Pulsadores para activar la cerradura, bloqueo por resba lón de uña, y poder abrir.
El sistema es válido, resuelve el problema y en general, con eficacia.
Nos hemos ocupado de esta instalación, por ser un sistema elemental de control de acceso, pero que, sin una gran eficacia funcional, no resulta, a nuestro entender, dema siado segura.
En poco tiempo se convierte exclusivamente en un mero sistema de abrir a cualquiera, al «primero que llame». Hemos realizado la prueba en cantidad de edificios, de diversas zonas, barrios y de variados niveles económicos y sociales. Siempre, ante frases absolutamente convenciona les, abren sin conocer a quien llama.
— «¿Por favor, me abre que no funciona el pulsador de los señores de Tal?».
— «¡Abrid, que soy y oh.
— «¿Esta su hijo?, soy un compañero».
— etc., etc.
Por otro lado hemos observado también que las centrales de llamada del exterior indican frecuentemente el nombre de las personas que habitan el inmueble. Este es un hecho que ofrece una importante información al delincuente.

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