Es el sistema, que creemos mejor, resuelve los problemas
indicados en el apartado anterior.
El concepto es sencillo, basta con instalar:
— Una cámara de televisión más o menos oculta, que enfoque el lugar desde el que se realiza la llamada en la central exterior.
—Un monitor de televisión, en cada vivienda, el cual tiene incorporado el microteléfono, de forma que al recibir la llamada se pueda conectar el sistema de T.V. y además de hablar con quien llama nos permita ver perfectamente su imagen y por tanto abrir o no según creamos conveniente. Hasta hace poco tiempo había que instalar también un proyector de luz para aportar la suficiente iluminación a la cámara. Esto, hoy día, ya no es necesario. Existen cámaras perfectamente capaces de filmar en la más completa oscu ridad. Por otro lado, nos remitimos a los apartados Zaguanes y Soportales para recordar la importancia de la iluminación exterior. Hay sistemas que se conectan al televisor normal, cosa que no aconsejamos a pesar de que supone una menor inver sión económica y un mayor campo de visión. El principal inconveniente es que cuando se estropee el televisor no contaremos con visualización. En cambio, si eso le sucede al monitor del sistema autónomo, como lógi camente se dispondrá de un contrato de asistencia técnica, el técnico que realice la reparación colocará uno de los monitores de repuesto que se habrán adquirido, mientras arregla el averiado, posiblemente en el taller. También puede suceder, por ejemplo, que alguno de los vecinos no tenga televisor. Cuando se produce una llamada hay que aproximarse al aparato para conectarlo o bien si se está viendo un determinado programa, habrá que interrumpirlo.
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